Todos los lectores conocen la pena que produce terminar ciertos libros. Lo que no es tan frecuente es lo que ahora me ocurre a mí: me da pena que haya terminado usted el libro. Me gustaban estos intercambios diarios, y los echaré de menos. No creo haberle sacado jamás tanto partido a una novela como el que le he sacado a "Mañana...", y se lo debo enteramente a usted y a Circe.
Como regalo final, no está nada mal la frase que rescata ("Y ese niño podría venir con nosotros"), que me hace ver -¡al fin!- que tenía usted razón al señalar como decisivo el tema de la paternidad. Es usted un magnífico lector, don Josepepe. Muchas gracias por compartir su lectura conmigo. _____________
Gracias, Clonclón, por su generoso mensaje de anoche, que sólo he podido leer esta mañana. Me queda una duda. No sé si el "curioso impertinente", al que se refería usted unos días atrás, será el protagonista de la novela. Pero lo que definitivamente no sé es cuál es el otro "curioso impertinente".
Josepepe dijo... Conclón dijo... 3 de agosto de 2007 22:49
Todos los lectores conocen la pena que produce terminar ciertos libros. Lo que no es tan frecuente es lo que ahora me ocurre a mí: me da pena que haya terminado usted el libro. Me gustaban estos intercambios diarios, y los echaré de menos. No creo haberle sacado jamás tanto partido a una novela como el que le he sacado a "Mañana...", y se lo debo enteramente a usted y a Circe.
Como regalo final, no está nada mal la frase que rescata ("Y ese niño podría venir con nosotros"), que me hace ver -¡al fin!- que tenía usted razón al señalar como decisivo el tema de la paternidad. Es usted un magnífico lector, don Josepepe. Muchas gracias por compartir su lectura conmigo. _____________
Gracias, Clonclón, por su generoso mensaje de anoche, que sólo he podido leer esta mañana. Me queda una duda. No sé si el "curioso impertinente", al que se refería usted unos días atrás, será el protagonista de la novela. Pero lo que definitivamente no sé es cuál es el otro "curioso impertinente". ____________________________
"El curioso impertinente", la novela ejemplar que Cervantes intercaló en El Quijote sin que viniera muy a cuento, fue mi manera de referirme al relato de la posible exnovia prostituida, pero ahora que lo dice el apelativo le viene bien al narrador de la novela, incapaz de resitirse a la tentación de husmear en la vida de la mujer que murió a su lado.
Usted dijo... Pero puede ser suya si la lee y se la lleva de paseo.
4 de agosto de 2007 12:34
alguien dijo... Reescribo cuanto leo, mentalmente o por escrito.
4 de agosto de 2007 12:39 _________________________
Con diferentes entonaciones, ambos mensajes dicen lo mismo. En efecto, leer una entrada es una manera de apropiársela. O sea, que mi entrada miente, para variar. Miente cada vez que la leen ustedes como cada vez que la leo yo, al entrar al blog.
"El curioso impertinente", la novela ejemplar que Cervantes intercaló en El Quijote sin que viniera muy a cuento, fue mi manera de referirme al relato de la posible exnovia prostituida, pero ahora que lo dice el apelativo le viene bien al narrador de la novela, incapaz de resitirse a la tentación de husmear en la vida de la mujer que murió a su lado. ______________
No lo recordaba y me fui de cabeza a leerlo. Y sí que viene a cuento. La cabezonería de algunos maridos por poner a prueba la virtud de la mujer parece tener mucho de obsesión por conocer a los eventuales connovios.
Clonclón, quería pedirme que me autorizase a reproducir este intercambio sobre Mañana en la batalla... en mi propio blog, un espacio confidencial. Extiendo, por cierto, esta demanda a Circe.
9 comentarios:
Ni aunque hubiera querido
Conclón dijo...
3 de agosto de 2007 22:49
Todos los lectores conocen la pena que produce terminar ciertos libros. Lo que no es tan frecuente es lo que ahora me ocurre a mí: me da pena que haya terminado usted el libro. Me gustaban estos intercambios diarios, y los echaré de menos. No creo haberle sacado jamás tanto partido a una novela como el que le he sacado a "Mañana...", y se lo debo enteramente a usted y a Circe.
Como regalo final, no está nada mal la frase que rescata ("Y ese niño podría venir con nosotros"), que me hace ver -¡al fin!- que tenía usted razón al señalar como decisivo el tema de la paternidad. Es usted un magnífico lector, don Josepepe. Muchas gracias por compartir su lectura conmigo.
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Gracias, Clonclón, por su generoso mensaje de anoche, que sólo he podido leer esta mañana. Me queda una duda. No sé si el "curioso impertinente", al que se refería usted unos días atrás, será el protagonista de la novela. Pero lo que definitivamente no sé es cuál es el otro "curioso impertinente".
Pero puede ser suya si la lee y se la lleva de paseo.
Reescribo cuanto leo, mentalmente o por escrito.
Almirante Benbow dijo...
Ni aunque hubiera querido
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No sea modesto. Usted ya escribió una.
Josepepe dijo...
Conclón dijo...
3 de agosto de 2007 22:49
Todos los lectores conocen la pena que produce terminar ciertos libros. Lo que no es tan frecuente es lo que ahora me ocurre a mí: me da pena que haya terminado usted el libro. Me gustaban estos intercambios diarios, y los echaré de menos. No creo haberle sacado jamás tanto partido a una novela como el que le he sacado a "Mañana...", y se lo debo enteramente a usted y a Circe.
Como regalo final, no está nada mal la frase que rescata ("Y ese niño podría venir con nosotros"), que me hace ver -¡al fin!- que tenía usted razón al señalar como decisivo el tema de la paternidad. Es usted un magnífico lector, don Josepepe. Muchas gracias por compartir su lectura conmigo.
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Gracias, Clonclón, por su generoso mensaje de anoche, que sólo he podido leer esta mañana. Me queda una duda. No sé si el "curioso impertinente", al que se refería usted unos días atrás, será el protagonista de la novela. Pero lo que definitivamente no sé es cuál es el otro "curioso impertinente".
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"El curioso impertinente", la novela ejemplar que Cervantes intercaló en El Quijote sin que viniera muy a cuento, fue mi manera de referirme al relato de la posible exnovia prostituida, pero ahora que lo dice el apelativo le viene bien al narrador de la novela, incapaz de resitirse a la tentación de husmear en la vida de la mujer que murió a su lado.
(Coda: mi mensaje no era generoso, era justo).
Usted dijo...
Pero puede ser suya si la lee y se la lleva de paseo.
4 de agosto de 2007 12:34
alguien dijo...
Reescribo cuanto leo, mentalmente o por escrito.
4 de agosto de 2007 12:39
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Con diferentes entonaciones, ambos mensajes dicen lo mismo. En efecto, leer una entrada es una manera de apropiársela. O sea, que mi entrada miente, para variar. Miente cada vez que la leen ustedes como cada vez que la leo yo, al entrar al blog.
¿Hay club de fans? ¿Cómo se consiguen las camisetas y los mecheros? ¿Qué hay que hacer para hacerse socio? Queremos saber.
Clonclón dijo...
"El curioso impertinente", la novela ejemplar que Cervantes intercaló en El Quijote sin que viniera muy a cuento, fue mi manera de referirme al relato de la posible exnovia prostituida, pero ahora que lo dice el apelativo le viene bien al narrador de la novela, incapaz de resitirse a la tentación de husmear en la vida de la mujer que murió a su lado.
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No lo recordaba y me fui de cabeza a leerlo. Y sí que viene a cuento. La cabezonería de algunos maridos por poner a prueba la virtud de la mujer parece tener mucho de obsesión por conocer a los eventuales connovios.
Clonclón, quería pedirme que me autorizase a reproducir este intercambio sobre Mañana en la batalla... en mi propio blog, un espacio confidencial. Extiendo, por cierto, esta demanda a Circe.
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